Bajo la noción de tecnología lingüística se entiende la aplicación de diversas herramientas que permiten implementar nuevas soluciones de entendimiento, reconocimiento y traducción de los diferentes idiomas.
El imparable avance de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones en el conjunto de los procesos productivos del sector GILT ha sentado las bases para un escenario como el actual, en el que se ha conseguido el desarrollo de sistemas complejos de reconocimiento del lenguaje y cuyas perspectivas evolutivas resultan extraordinariamente prometedoras.
¿Cuáles serían las principales herramientas de tecnología lingüística avanzada y hacia dónde se dirigen las líneas prioritarias de investigación en este campo concreto? Sin el propósito de resultar exhaustivo, aludiré a seis de estas posibilidades (lo que en modo alguno implica la no existencia de otras opciones de potencial interés y relevancia).
La primera de ellas se refiere al software de traducción automática, particularmente adecuada a la actual era de la información y la globalización. Parece evidente que la implicación más inmediata es que cualquier cosa que publiquemos puede recorrer el mundo entero en cuestión de segundos. Este hecho hace que sea necesario contar con sistemas ágiles de traducción. Es en este campo donde más se ha avanzado, permitiendo crear traducciones complejas en pocos minutos.
También de reconocido interés son las aplicaciones de la inteligencia artificial, acaso un campo que por sí solo merecería un artículo de fondo específico. Cabe hablar de un antes y un después en el campo de la lingüística con relación al empleo de la AI. Gracias a su utilización, hoy en día ya es posible que los programas software de traducción puedan interpretar la intención de un texto para ofrecer la traducción más idónea en cada momento.
Como tercera herramienta de tecnología lingüística de vanguardia me gustaría centrar la atención en la aplicación de la semántica. Un magnífico ejemplo del desarrollo en este campo lo encontramos en los procesos de búsqueda de Google y en su incesante progreso en el desarrollo de algoritmos cada vez más perfeccionados y difíciles de engañar. El objetivo prioritario en este campo es que los motores de búsqueda sean capaces de entender y desentrañar la intención de búsqueda del usuario.
En buena medida este cambio ha sido motivado, entre otras cosas, por el desarrollo de los nuevos dispositivos y de software de reconocimiento de voz. Por ejemplo, supongamos que queremos encontrar una peluquería en Madrid; acudimos a Google desde nuestro ordenador y buscamos algo similar a “peluquería Madrid”. Si hiciésemos el mismo ejercicio desde un móvil utilizando el reconocimiento de voz, buscaríamos algo como “dónde cortarme el pelo en Madrid”. Como vemos, la búsqueda cambia a pesar de que la intención es la misma y si no fuera por la semántica, el motor de búsqueda no sería capaz de identificar que la intención coincide.
El desarrollo de sistemas de traducción de contenido audiovisual ocupa, de manera inevitable, un lugar preferente en esta enumeración de soluciones. El incremento en el uso de plataformas de vídeo como YouTube y de las estrategias de comunicación basadas en vídeo, ha hecho necesario la aparición de sistemas de traducción y subtitulado automáticas. Esto ha supuesto un gran reto, ya que en función del país (incluso de la región) la pronunciación de un mismo idioma, difiere enormemente. Además, cada uno tiene un todo y una forma de hablar particular, lo que dificulta la tarea de los programas softwares de traducción. Sin embargo, se han hecho grandes progresos en este campo, ofreciendo soluciones altamente competitivas.
En quinto lugar se encuentra la adaptación de soluciones de traducción tradicionales a todos los dispositivos, tratando de afrontar el reto que supone el elevado nivel de penetración de los teléfonos móviles inteligentes. Tal circunstancia ha ocasionado que surjan nuevos sistemas de traducción adaptados al ritmo de vida actual como pueden ser, por ejemplo, aplicaciones móviles que permiten traducir texto o incluso una conversación.
Y, por último, hemos de tener en cuenta todo lo que se refiere a los sistemas de lectura e interpretación avanzados que afrontan de forma satisfactoria el problema con que se encontraban la herramientas de traducción a la hora de reconocer diferentes formatos más allá de un texto plano. No obstante, hoy en día el desarrollo de nuevas herramientas está permitiendo que estos sistemas sean capaces de identificar las palabras contenidas hasta en imágenes.
En definitiva, nos hallamos en una dinámica de innovaciones constantes y de cambios drásticos que ya afectan a la industria GILT pero que, sobre todo, van a incidir sobre ella con particular intensidad en el medio y largo plazo. Sólo aquellos proveedores de servicios especialmente cualificados estarán en condiciones de asumir satisfactoriamente esas formidables transformaciones que tendrán lugar durante las próximas décadas.
Pedro L. Díez Orzas
Presidente Ejecutivo de Linguaserve
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