La teleinterpretación es una solución que permite disponer de un intérprete desde cualquier lugar y en cualquier momento, con la base tecnológica de un teléfono (móvil o fijo) y con un sistema de tarificación que suele basarse en el tiempo de uso. Entre sus distintas modalidades se encuentran las referidas a Face2Face, In 3way-call y Out 3way-call respectivamente. Centrémonos en su análisis y expliquemos las particularidades de cada una de ellas.
En el caso de Face2Face la singularidad radica en que ambos interlocutores están presentes y el intérprete no. Según la situación, las posibilidades son distintas. Me gustaría incidir en dos de ellas. La primera de ellas, se produce en itinerancia y entre dos personas (uno de los empleados está en otro país prestando un servicio o haciendo un negocio y no se entiende con la persona que tiene enfrente). En ese caso, a través de su móvil y con un sistema de bi-auriculares con doble micro y audio para conexión a teléfono móvil, las dos personas podrán hablar y entenderse a través del teléfono con el intérprete del idioma solicitado.
La segunda posibilidad del Face2Face se refiere a reuniones en que se puede optar por un sistema de -manos libres-, vídeo o audioconferencia (caso típico de una visita inesperada del cliente, de una oportunidad de negocio que -hay que coger al vuelo- o de un encuentro extraordinariamente breve).
Por lo que se refiere a la modalidad In 3way-call, es ideal para ofrecer un call center multilingüe de la manera más sencilla y se realiza a través del teléfono fijo de recepción de llamadas. Expresado con otras palabras, permite no asumir costes fijos en un call center cuando se recibe una llamada que hay que atender en otro idioma. De esta manera se sientan las bases para desarrollar a pleno rendimiento el comercio electrónico de una organización atendiendo telefónicamente a los clientes en su propia lengua.
Finalmente nos encontramos ante la tipología Out 3way-call, sustentada en el teléfono fijo en envío de llamadas. Facilita que los directivos y comerciales de una organización hablen con sus clientes y proveedores de cualquier país del mundo, bien por videoconferencia bien mediante una conference call. De esta manera se puede potenciar el equipo de ventas de una empresa para que puedan llamar a cualquier cliente en cualquiera lugar del mundo y siempre en la lengua vernácula, mejorando de manera exponencial los ratios de eficacia.
Un proveedor GILT sólido que apueste por la teleinterpretación debe estar en condiciones de aportar valores añadidos como seguridad de acceso mediante identificación de numeración telefónica, tiempo de acceso rápido y respuesta inmediata en todos los idiomas, procedimiento de acceso automatizado, amplia gama de lenguas y disponibilidad 365 x 24.
Desde mi punto de vista a todas estas posibilidades deben unirse, además, que sólo los números facilitados por el cliente tengan acceso (por motivos de seguridad), que se pueda usar cualquier teléfono pero con packs telefónicos para servicios corporativos específicos y que el proveedor GILT disponga de accesorios para la interpretación por telefonía móvil.
En definitiva, una solución de teleinterpretación bien planteada permitirá al cliente no gastar ingentes cantidades de dinero para conversaciones que duran minutos o reuniones de pocas horas. Por supuesto no es la respuesta a cualquier situación de necesidad de una interpretación, únicamente una herramienta adicional en la estructura de soluciones GILT de una compañía.
Pedro L. Díez Orzas
Presidente Ejecutivo de Linguaserve
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