La realidad global que supone la Sociedad de la Información no sólo marca nuevas pautas de comportamiento en una emergente generación de consumidores sino que, además, determina un conjunto de directrices estratégicas para las empresas de toda índole a la hora de adecuarse a dichas pautas.

«Fragmentación social del consumo, nuevas y complejas fórmulas laborales y familiares, desaparición de las tradicionales fronteras de tiempo y espacio, disminución del tiempo libre, difuminación de la separación entre momentos de trabajo y momentos de ocio, concepción lúdica de la existencia, consumo basado en el crédito- son algunas de estas novedosas nociones.

La capacidad de adaptar e interpretar el contenido de una web al mercado al que se dirige una corporación implica, de manera indefectible, una conexión con clientes que sólo es posible si se apuesta por una estrategia multilingüe. Aspectos como el cuidado y potenciación de la imagen de marca o la apuesta por la amigabilidad en la navegación por el portal, desaconsejan cualquier clase de táctica sustentada en traducciones literales, que descuiden la internacionalización y localización de contenidos.

Desde mi punto de vista un error común es que cuando se alude a la internacionalización de la empresa no se piensa como se debería (o si se hace, no con la intensidad necesaria) en la faceta relativa a la comunicación multilingüe; no resulta en absoluto infrecuente que cuando se aborda la implantación de una web no se reflexione sobre la necesidad de contar con las imprescindibles soluciones tecnológicas para su mantenimiento.

Desde el comienzo del desarrollo de nuestra actividad en Linguaserve comprendimos que esta faceta resultaba clave para garantizar una web multilingüe eficaz, en cuanto a la generación de ventas se refiere, a aquellas empresas que así lo demandaban. Sistemas como ATLAS Real Time o como GBC Server, a los que hemos aludido de manera reiterada en anteriores números de Contextos, forman parte de esta filosofía de actuación.

Con su implantación en la web del cliente conseguimos valores añadidos como ahorro de tiempo y de costes económicos, reducción del nivel de errores y automatización de procesos. Y, por supuesto, contribuimos a mejorar sus niveles de eficiencia como herramienta estratégica de generación de ingresos.

En definitiva, hoy en día un proveedor GILT solvente tiene la capacidad de aportar una solución personalizada, viable y eficaz a aquellas organizaciones que realmente se tomen en serio la necesidad de optar por una web multilingüe como fórmula para garantizar un futuro competitivo en un mercado cada vez más exigente. «