Uno de los aspectos que en ocasiones se tiene menos en cuenta a la hora de valorar la calidad de la traducción es de qué manera formar a los recursos humanos que intervienen en estos procesos. Sí existe unanimidad a la hora de poner de relieve la necesidad de que cuenten con unos elevados niveles de cualificación pero lo que no siempre está claro es cómo poder acceder a dichos niveles de cualificación hasta alcanzar la excelencia profesional.