El año 2008 comienza con similares impresiones con las que concluyó el pasado: la percepción de que los niveles de crecimiento de la economía internacional van a reducirse respecto a los de ejercicios anteriores. España no parece ajena a esta tendencia general con independencia de la lectura política que pueda realizarse, máxime ante la inminente celebración de elecciones legislativas en el mes de marzo.
Boletín número 51