Desde que comenzó la actual crisis económica, tanto a escala internacional como nacional, año tras año hemos escuchado pronósticos que auguraban su definitiva superación; sin embargo, la terca realidad parecía empeñarse en no corroborar los juicios de los analistas. En lo que sí existe una amplia coincidencia es en considerar el ya concluido 2013 como un año negativo para la economía española, bastante en la línea de lo sucedido en 2012.
En esta ocasión volvemos a percibir este mismo esquema: para determinados expertos se están acumulando algunos indicadores macroeconómicos que indican que lo peor ya ha terminado y que 2014 será el año de la recuperación. Desde luego la inmensa mayoría de la sociedad en general y del sector empresarial en particular se sumaría con gusto a este pronóstico. No obstante, la experiencia acumulada aconseja ser prudente y mostrar una particular precaución (lo que en modo alguno debe confundirse con una actitud derrotista o de desánimo).
Si nos centramos en el entorno GILT (globalización, internacionalización, localización y traducción) percibimos un mercado con esperanzadoras posibilidades de crecimiento pero, al mismo tiempo, con un grado de exigencia y competitividad cada vez mayor. Disponer de unos recursos humanos altamente cualificados y emplear todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones son dos ejes estratégicos básicos en los que se sustenta la apuesta por la calidad que se exige a nuestro sector.
En Linguaserve tenemos bien presentes estos retos. Consideramos que sólo aquellas empresas que caminen por la senda de la calidad en la prestación de los servicios serán capaces de beneficiarse de este potencial crecimiento del sector GILT. Con esta consideración, todos los que formamos el equipo de Contextos queremos expresar nuestros mejores deseos para el nuevo año 2014, con el sincero deseo de que venga cargado de mejores noticias.
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