No resulta novedoso subrayar que el dominio de una lengua distinta de la materna constituye un valor añadido a la hora de búsqueda de empleo. Las ofertas de trabajo están tan repletas de dicho requisito que sobra cualquier otra consideración. Sin embargo, ¿nos hemos preguntado hasta qué punto esta situación ha impregnado la mente de la opinión pública-

En este sentido, llevamos Tiempo colaborando con empresas de prestigio especialistas en el sector, como ASTEX (www.astex.es). Recientemente he tenido acceso a un estudio llevado a cabo por Diverbo, una entidad dedicada a la formación en idiomas mediante programas de inmersión lingüística, que cuenta ya con una trayectoria de más de diez años. El estudio se ha realizado entre 1.500 personas (padres de alumnos) por lo que, al margen de consideraciones metodológicas que escaparían al objeto central del presente artículo, sus conclusiones parecen dignas de ser tenidas en cuenta.

En el estudio se pone de relieve que el 86 por ciento de los encuestados considera que el aprendizaje de idiomas es más importante que el aprendizaje de asignaturas como matemáticas o lengua a la hora de sentar las bases para un mejor futuro laboral de sus hijos. Y si nos centramos en el caso concreto del inglés, dos de cada tres padres incluso estaría dispuesto a sacrificar el ocio de sus hijos antes de que dejaran de aprender dicho idioma (por cierto, sería curioso conocer qué opinan los hijos sobre el planteamiento de sus progenitores).

En cualquier caso, lo verdaderamente relevante es comprobar cómo el aprendizaje de otras lenguas está incidiendo de manera imparable en su consideración de herramienta estratégica de búsqueda de empleo por parte de la opinión pública, un hecho que contrasta con la tradicional desidia ante dicho aprendizaje que se achacaba a la sociedad española pese a nuestro reconocido carácter de potencia turística a escala mundial.

En un sector como el de la hotelería, restauración y turismo, carecer de una segunda lengua /el inglés) es directamente motivo de exclusión en una inmensa mayoría de los casos. Y esto no resulta en absoluto baladí si tenemos en cuenta que dicha industria tiene unas perspectivas de empleo que se encuentran muy por encima de las de otros segmentos productivos.

Según el último informe del World Travel & Tourism Council a lo largo de esta próxima década este sector generará uno de cada diez puestos de trabajo en todo el mundo lo que, en términos totales, implica más de 3.200 millones de empleos brutos, con un crecimiento por encima del 4 por ciento anual hasta llegar a suponer el 10 por ciento del Producto Interior Bruto mundial. En el caso concreto español en los próximos diez años esta industria generará alrededor de 25 millones de puestos de trabajo (entre empleos directos, indirectos e inducidos) y supondrá el 14 por ciento del Producto Interior Bruto para el año 2023, fecha en que se pronostica la llegada de alrededor de 65 millones de visitantes procedentes del extranjero.

En suma, nos encaminamos hacia una realidad multilingüe en todas sus facetas. Y en este particular entorno las empresas verdaderamente especializadas en la prestación de servicios GILT tienen un camino por recorrer muy prometedor. Contar con profesionales de máximo nivel, apostar con convicción por la calidad total en el conjunto de sus procesos productivos, utilizar de forma activa las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones y establecer alianzas estratégicas a escala internacional son conceptos esenciales para cualquier empresa de nuestro sector que pretenda posicionarse en primera línea de mercado durante estos próximos años. En Linguaserve venimos trabajando en este conjunto de líneas estratégicas desde hace años y aspiramos a consolidarlas en el corto, medio y largo plazo.