Uno de los efectos colaterales del formidable crecimiento de las plataformas de streaming (del estilo de Amazon Prime, HBO o Netflix) tiene que ver con el aumento en la demanda de soluciones de subtitulado.
Una parte significativa de los profesionales que prestan esa clase de servicios se queja de que esta época dorada conlleva más presión y precariedad para el sector, sobre todo por la agilización en los plazos de entrega hasta extremos difícilmente compatibles con el mantenimiento de unos adecuados niveles de calidad y por los altos porcentajes económicos que se adjudican los intermediarios.
El tiempo de que dispone un traductor audiovisual varía en función de la relevancia de la serie, la plataforma, el intermediario y si la traducción está destinada al doblaje o al subtitulado. Aunque, por lo general, suelen tener tres días para la traducción de capítulos de unos 50 minutos y de una a tres semanas para películas.
Por otro lado, Netflix es la única empresa del sector que regula las tarifas de los subtitulados, aspecto que otras plataformas de vídeo omiten y que ocasiona que algunas empresas intermediarias se queden con una parte muy elevada de los ingresos totales de los profesionales.
Si
desea recibir anteriores números de nuestro boletín electrónico Contextos, por
favor contacte con la siguiente dirección de correo electrónico: contextos@linguaserve.com