La próxima celebración del XXVI Congreso Internacional de Lingüística y Filología Románica, que se centrará en el análisis de la aplicación informática en la enseñanza de las lenguas románicas, me parece un magnífico motivo para reflexionar sobre el fenómeno de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC) y su impacto sobre los procesos de aprendizaje lingüístico y sobre la prestación de servicios GILT (globalización, internacionalización, localización y traducción).