Por web 2.0 entendemos el momento evolutivo en el que Internet, sin desprenderse de su funcionalidad de gran almacén en el que se pueden encontrar toda clase de contenidos de la más variada índole, se convierte de manera adicional en una macro ágora donde los internautas de todo el mundo establecen un formidable y continuado diálogo compartiendo, inquietudes, conocimientos y experiencias.
Por consiguiente, formarían parte de dicho entorno realidades como los blogs, los foros y, sobre todo, las redes sociales, servicios de microblogging y espacios de intercambio de contenidos multimedia como pueden ser Facebook, Twitter, Google +, Instagram, Pinterest y un largo etcétera que aquí sería imposible enumerar.
En un contexto de estas características los procesos de producción y distribución de toda clase de contenidos varían de manera sustancial. Pongamos un simple ejemplo: hasta hace apenas unos años para acceder a la información existía una dependencia casi absoluta de los grandes medios o las grandes multinacionales de la comunicación y dicho acceso era difícil, lento y costoso; hoy, quien así lo desee puede tener acceso a toda clase de contenidos, que en muchas ocasiones circulan por cauces ajenos a los grandes medios y agencias de comunicación y cuya circulación sí pone claramente en entredicho el papel de la mediación de los mass-media.
Las posibilidades de fomento del multilingüismo que aporta la realidad web 2.0 son innegables. Todos somos conscientes de los esfuerzos que las empresas privadas y las instituciones públicas realizan a través de las redes sociales para acceder a grupos poblacionales a los que difícilmente podrían llegar mediante otros procedimientos más tradicionales.
Y, sin duda alguna, una de las herramientas estratégicas que contribuye a incrementar la eficacia de esas redes sociales es la capacidad de dirigirse al internauta en su lengua nativa, de conversar con él de igual a igual, en el idioma que realmente conoce y domina.
Para aquellas corporaciones que actúan a escala transnacional esto supone una multiplicación exponencial en los contenidos a traducir. Este incremento cuantitativo se ve acompañado además del factor de inmediatez (incluso de instantaneidad) que resulta inherente a Internet, lo que obliga a reducir al máximo los tiempos de reacción.
Nos encontramos ante un verdadero reto de primera magnitud que esas corporaciones nos están trasladando a todos quienes formamos parte del sector GILT (globalización, internacionalización, localización y traducción de contenidos): se está conformando un formidable mercado potencial pero, al mismo tiempo, aprovechar esas enormes oportunidades de negocio implica una significativa cualificación.
Y dicha cualificación pasa por aspectos como la apuesta por la calidad integral en el conjunto de los procesos productivos de nuestra industria, por la formación constante de nuestros recursos humanos, por la ampliación en la gama de servicios adhoc proporcionados a los clientes en función de sus necesidades específicas, así como por disponer de las necesarias herramientas tecnológicas para incrementar los niveles de fiabilidad, reducir los costes económicos y sobre todo proporcionar la agilidad e inmediatez de estos servicios..
Buena parte de estos ejes directrices han venido conformando la personalidad de Linguaserve desde el comienzo de nuestras actividades. Consideramos que, hoy más que nunca, resulta imprescindible aportar un conjunto de soluciones que aporten verdadero valor añadido a los clientes en un entorno tan complejo como es el referido a web 2.0. Sólo aquellas empresas que apuesten con el suficiente vigor por dicha realidad estarán en condiciones de participar en un mercado cuyas verdaderas expectativas de negocio están todavía por determinar.