Hace apenas unas semanas los medios de comunicación se hicieron eco de un informe elaborado por la Comisión Europea en el que se ponía de relieve que el cinco por ciento de las empresas europeas ha perdido en estos últimos años una oportunidad de negocio por no conocer la lengua del país en el que pretendía ampliar su negocio. El informe, enmarcado dentro del proyecto comunitario ELAN, se mostraba muy crítico con la estrategia que está desarrollando Europea en este ámbito de actuación y la contrastaba con la llevada a cabo en países como Estados Unidos, China o India.