La tradicional vuelta de las vacaciones de verano que se produce a comienzos de septiembre es motivo para que nos formulemos, si cabe con más fuerza que nunca, la pregunta mágica: ¿podemos dar por concluida en España esta prolongadísima recesión económica-
Es verdad que la vorágine del calendario electoral (las citas son abundantes y de toda índole a lo largo de todo 2015) no facilita la serena reflexión pero lo cierto es que indicadores macroeconómicos estratégicos como la creación de empleo neto, el crecimiento prolongado trimestre a trimestre o el mantenimiento de los intereses relativos a la financiación de la deuda apuntan hacia un optimismo bastante superior al de años atrás.
A lo largo de este periodo la industria de globalización, internacionalización, localización y traducción (GILT) no ha sido ajena a los vaivenes de la crisis. Aunque siempre se contaba con unas expectativas que superaban las de la media de otros sectores productivos, las empresas GILT hemos tenido que realizar un considerable esfuerzo para adecuarnos a un mercado cada vez más exigente.
Una vez que se ha hecho dicho esfuerzo en forma de apuesta por las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, mejora en la cualificación de los recursos humanos o fomento de la calidad, parece llegado el momento de recoger los réditos. Por eso desde Linguaserve contemplamos nuestro futuro en el corto y medio plazo con un razonable optimismo que aspiramos a trasladar a todos nuestros clientes, socios estratégicos, colaboradores y proveedores. Dos hechos lo demuestran: el excelente comportamiento del sector turístico y el de las exportaciones, usuarios ambos de forma intensiva de comunicación, servicios y soluciones multilingües.
Si desea recibir anteriores números de nuestro boletín electrónico Contextos, por favor contacte con la siguiente dirección de correo electrónico: contextos@linguaserve.com