Como ocurre con la práctica totalidad de los segmentos productivos, el sector manufacturero también se encuentra sometido al impacto de la globalización económica representada por aspectos como la internacionalización del negocio o la externalización de las ventas.

En un entorno de estas características los servicios de la industria de globalización, internacionalización, localización y traducción se erigen en un pilar esencial dentro de la estrategia corporativa de estas empresas. Contar con un partner GILT idóneo puede ser el factor diferencial entre tener o no éxito en el mercado.

La experiencia me dice que en muchas ocasiones, sobre todo cuando los plazos con los que se tiene que trabajar son especialmente ajustados, las soluciones de traducción automática pueden ser una opción muy válida aunque, por supuesto, en combinación con la postedición humana y con otras tecnologías con el fin de obtener la calidad y coherencia deseadas en el conjunto de contenidos traducidos.

En el caso concreto del sector manufacturero, la traducción automática aporta numerosas ventajas competitivas que resultan particularmente relevantes en el actual entorno socio-productivo. Como punto de partida, destacaría un aligeramiento en los trabajos de traducción (permite traducir mucho contenido en poco tiempo y siempre manteniéndose unos aceptables estándares de calidad), un incremento en el volumen de las traducciones (sobre todo a la hora de elaborar textos rápidos como los correos electrónicos, los chats de uso interno o análogos contenidos sencillos) y una significativa reducción en los costes económicos.

De manera adicional se encuentra la faceta de comunicación global de calidad. En este sentido, una adecuada mezcla entre traducción automática y traducción humana sienta las bases para una traducción rigurosa y de elevada precisión semántica, gramatical y de sintaxis. En este sentido, los textos cortos son más aptos para la traducción automática con revisión humana (o postedición).

Un aspecto sobre el que quisiera llamar la atención es que un servicio de traducción automática prestado por un partner cualificado permite evitar el espionaje comercial ya que, al contrario de lo que sucede con las herramientas gratuitas que se encuentran en Internet, se alojan en un entorno seguro.

Por otro lado, al tratarse de un servicio individualizado y adaptado a cada cliente, la traducción automática permite una atención personalizada y casi a la medida, lo que redunda en una mayor adecuación a los verdaderos requerimientos del cliente final.

En definitiva, el sector manufacturero puede beneficiarse de las ventajas competitivas de la traducción automática. Eso sí, con el fin de evitar riesgos siempre es conveniente recurrir a metodologías, herramientas y profesionales GILT auténticamente cualificados, seguros y comprometidos con las necesidades del cliente y con un comportamiento deontológico irreprochable que impida cualquier mala praxis potencialmente perniciosa para este tipo de empresas.

 

Pedro L. Díez Orzas

Presidente Ejecutivo de Linguaserve