Uno de los aspectos de la actual recesión económica española que está recibiendo más duras críticas por parte de los analistas, de muy distinta orientación política, es la drástica reducción en la partida destinada a investigación, desarrollo e innovación. La reducción no es sólo de carácter cuantitativo sino que también se refiere a una pérdida porcentual en el conjunto de inversiones realizadas por parte de las administraciones públicas.